La Amazonia, la mayor selva tropical del mundo, se ha convertido en uno de los principales centros y puntos de tránsito de las economías criminales de América Latina.

Desde los cargamentos de cocaína, oro y madera que se desplazan por sus cientos de ríos hasta las pistas de aterrizaje clandestinas que facilitan el movimiento nocturno de avionetas de contrabando, la Amazonia hoy alberga una compleja economía subterránea que alimenta la creciente demanda mundial, pero también la violencia y la deforestación.

Las organizaciones criminales, actuando sin control y con un poder creciente, suponen una amenaza existencial para la región más biodiversa del planeta y para las comunidades que alberga. Esto, combinado con una escasa presencia estatal, altos niveles de corrupción, décadas de estrategias de seguridad fallidas y una falta de coordinación entre los Estados, ha creado el entorno perfecto para que algunos de los grupos delictivos más prolíficos de la región se reorganicen y tomen el control.

Un yacimiento minero en Ikabarú, al sur de Venezuela. Los yacimientos de oro de la región son objetivos atractivos para los mineros ilegales y los grupos armados. © María Ramírez Cabello

Estás dinámicas criminales también están acelerando la destrucción de la Amazonia, que se ha convertido en un bien público mundial de suma importancia debido a su diversidad cultural y biológica, y a su condición como uno de los reguladores climáticos más importantes del mundo. Los esfuerzos para proteger el ecosistema amazónico deben ir de la mano de políticas sociales, medioambientales y de seguridad que sean a la vez sostenibles y sólidas, y de la plena aplicación de los derechos de los pueblos indígenas y otras comunidades locales.

Cualquier esfuerzo estatal que no sea coordinado con sus contrapartes simplemente fracasará, y tanto el medioambiente como las comunidades que protegen la Amazonia pagarán el precio.

Este informe es el resultado de una colaboración entre Amazon Underworld (un proyecto de los medios de comunicación InfoAmazonia, Armando.Info y La Liga Contra el Silencio), Amazon Watch y Global Initiative Against Transnational Organized Crime (la Iniciativa global contra el crimen organizado transnacional, GI-TOC).