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A new report by the Environmental Investigation Agency (EIA) details how criminal gangs are driving Siamese rosewood towards extinction to cash in on record prices, despite the precious wood species being protected under international regulations.

The report – entitled Routes of Extinction – is based on a series of undercover investigations carried out by EIA in Thailand, Laos, Vietnam and China.  Siamese rosewood is confined to just four countries in the Mekong region – Thailand, Laos, Vietnam and Cambodia. Despite the species being protected under national law, there has been a surge in illegal logging and smuggling since 2008. This illicit trade is being driven by rising demand in China for luxurious furniture made from rosewood, known as hongmu.

In China 33 wood species are classified as hongmu, and are used to manufacture high-end furniture based on antique designs from the Qing and Ming dynasties. China’s growing wealth has created burgeoning demand for rosewood furniture and rising prices are leading to market speculation. On a recent trip to Shanghai EIA observed a wardrobe made of rosewood from Madagascar selling for half a million dollars.

The declining forests of the Mekong countries have borne the brunt of growing rosewood demand, with the region supplying 1.6 million cubic metres to China between 2000 and 2013, worth $2.4 billion. The most sought after and lucrative species is Siamese rosewood, which has recently been selling in southern China for $80,000 per tonne, representing a huge escalation over the last few years. Such astronomical prices are attracting criminal enterprises, and the scramble for the last remaining Siamese rosewood trees is leaving a trail of violence and corruption.

In a last ditch attempt to stem the illegal logging of Siamese rosewood Thailand and Vietnam won support from the member countries of the UN Convention on International Trade in Endangered Species (CITES) for an Appendix II listing, meaning that international trade of raw materials is only allowed with a valid CITES permit. The listing came into effect in June 2013.

In October 2013 EIA set out to document the routes and methods used to smuggle Siamese rosewood and to gauge the impact of the CITES listing. The trail begins in southeast Thailand, where most of the remaining trees are found. This area, near the border with Cambodia, has become the frontline of the rosewood conflict, as Thai forest rangers and other enforcement agencies and logging gangs often from Cambodia come into contact. This bloody business has resulted in deaths on both sides; dozens of rangers have been killed since 2009 and 45 Cambodian loggers shot dead in 2012 alone.

Rosewood map

Sophisticated smuggling operations move the contraband rosewood from Thailand to the end market in China using both overland and sea routes. In Laos EIA investigators visited the town of Pakse, near the Thai border, which has become a hub for the rosewood business. Traders revealed how contacts in the government and military are used to secure rosewood from official auctions of seized timber, with the paperwork used to mask illicit materials. Fraudulent CITES permits from Laos are used to smooth onward transportation.

From Laos the contraband rosewood moves into neighbouring Vietnam. Consignments are transported either to the seaport of Danang for shipment to China, or move northwards to wholesale timber markets near Hanoi. Chinese buyers arrive in these markets to purchase rosewood, and then engage specialist transportation agents with the connections and experience to move the wood over the border and into China. EIA came across similar smuggling operations in Hong Kong, with “specialists” moving shipments of rosewood arriving by sea onto the Chinese mainland ports of Shenzhen and Dongguan. Once inside China the illicit rosewood is sold onto hongmu furniture factories clustered in the south and east of the country.

During the investigation EIA came across evidence that enforcement has improved since the CITES listing, particularly in mainland China, yet the bulk of the smuggled Siamese rosewood evades detection. Successful prosecutions of the main culprits are rare, with the notable exception of a recent cases in Thailand when a gang trafficking endangered wildlife and rosewood had $36 million confiscated.

Such successes are rare in the realm of forest crimes and the prospects for Siamese rosewood are bleak. Many of the traders EIA investigators met spoke of increasing scarcity of Siamese rosewood, and were already planning to move onto another hongmu species, Burmese rosewood.

The story of Siamese rosewood is symptomatic of the wider problem of illegal logging and the role of organised crime in driving deforestation. The United Nations Office on Drugs and Crime found that illegal logging generates annual profits of $17 billion in the East Asia Pacific region alone, making it the second largest source of revenue for criminal syndicates. Despite this forest crimes are still too often not treated as serious crimes. For the future of the world’s forests this needs to change.

By Julian Newman, Campaigns Director at the Environmental Investigation Agency, an international non-governmental organisation based in London.

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El dinero si crece en los árboles: el contrabando de palo de rosa siamés y la explotación criminal de los recursos forestales

Un nuevo informe de la Agencia de Investigación Ambiental (EIA) detalla cómo las bandas criminales están orillando al palo de rosa siamés hacia la extinción. A pesar de que la especie de madera preciosa está protegida por las normas internacionales, estas bandas están aprovechando los precios récord.

El informe – titulado Las vías de Extinción – se basa en una serie de investigaciones encubiertas realizadas por EIA en Tailandia, Laos, Vietnam y China. El palo de rosa siamés se limita a tan sólo cuatro países de la región del Mekong – Tailandia, Laos, Vietnam y Camboya. A pesar de estar protegida por la legislación nacional, se ha producido un aumento de la tala y el tráfico ilegal de esta especie desde 2008. Este comercio ilícito está siendo impulsado por la creciente demanda en China por muebles de lujo hechos de palo de rosa, conocido como hongmu.

En China 33 especies de madera están clasificadas como hongmu, y se utilizan para la fabricación de muebles de lujo basados en diseños antiguos de las dinastías Qing y Ming. La creciente riqueza de China ha creado una demanda ascendente de muebles de palo de rosa y el aumento de precios ha conllevado a la especulación de este mercado. En un reciente viaje a Shanghai EIA observó la venta un armario hecho de palo de rosa de Madagascar por medio millón de dólares.

Los reducidos bosques de los países del Mekong han sido los más afectados por la creciente demanda de palo de rosa, proveyendo 1.6 millones de metros cúbicos a China entre 2000 y 2013, con un valor de $ 2.4 mil millones de dólares. La especie más buscada y lucrativa es el palo de rosa siamés, el cual recientemente se ha registrado a la venta en el sur de China por 80 000 dólares por tonelada, lo que representa un gran incremento en los últimos años. Estos precios astronómicos están atrayendo a empresas criminales, y la lucha por los últimos especímenes de palo de rosa siameses existentes está dejando una estela de violencia y corrupción.

En un último intento desesperado por detener la tala ilegal de palo de rosa siamés Tailandia y Vietnam obtuvieron el apoyo de los países miembros de la Convención de la ONU sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES) para su inclusión en el Apéndice II, lo que significa que el comercio internacional de materias primas es permitido solamente con un permiso válido de la CITES. La lista entró en vigor en junio de 2013.

En octubre de 2013, EIA se propuso documentar las rutas y los métodos utilizados para el contrabando de palo de rosa siamés y para medir el impacto de la inclusión del palo de rosa en la CITES. La trayectoria comienza en el sureste de Tailandia, donde la mayoría de los últimos árboles se encuentran. Esta zona, cerca de la frontera con Camboya, se ha convertido en la línea de batalla del conflicto del palo de rosa, donde entran en contacto los guardas forestales de Tailandia y otros organismos policiales con las bandas de tala a menudo provenientes de Camboya. Este sangriento negocio ha resultado en muertes en ambos lados del conflicto, ya que decenas de guardaparques han sido asesinados desde 2009 y 45 madereros camboyanos han muerto a tiros, sólo en 2012.
Operaciones de contrabando sofisticadas trasladan el palo de rosa traficado procedente de Tailandia para su mercado final en China, utilizando tanto rutas por tierra como marítimas. En Laos investigadores de EIA visitaron la ciudad de Pakse, cerca de la frontera con Tailandia, que se ha convertido en un centro para el negocio del palo de rosa. Los comerciantes revelaron cómo se utilizan el tráfico de influencias en el gobierno y el ejército para apoderarse del palo de rosa de las subastas oficiales de la madera incautada, usando los documentos para enmascarar materiales ilícitos. Permisos Fraudulentos de la CITES de Laos se utilizan para hacer más fácil el transporte de la madera.

Rosewood map

El contrabando de palo de rosa de Laos se traslada hacia el vecino país de Vietnam. Los envíos se transportan ya sea al puerto de Danang para su envío a China, o se llevan hacia el norte para su distribución en los mercados de mayoreo de madera cerca de Hanoi. Los compradores chinos llegan a estos mercados para comprar el palo de rosa, involucrando a agentes de transporte con la experiencia y las conexiones necesarias para mover la madera a través de la frontera y hacia el interior de China. La EIA encontró operaciones de contrabando similares en Hong Kong, con “especialistas” en el transporte de envíos de palo de rosa que llegan por mar a los puertos de la China continental de Shenzhen y Dongguan. Una vez dentro de China, el palo de rosa ilícito se vende a fábricas de muebles hongmu agrupadas en el sur y este del país.

Durante la investigación la EIA encontró evidencia de que la aplicación de la ley ha mejorado desde la actualización de lista de la CITES, en particular en la China continental. Sin embargo, la mayor parte del contrabando de palo de rosa siamés sigue evadiendo su detección. Los enjuiciamientos de los principales culpables son raros, con la notable excepción últimamente de un caso en Tailandia cuando a una pandilla se le confiscó 36 millones de dólares por tráfico de palo de rosa y otros tipos de vida silvestre en peligro de extinción.

Estos éxitos son escasos en el ámbito de los delitos forestales y las perspectivas del palo de rosa siameses no son muy prometedoras. Muchos de los comerciantes que se reunieron con investigadores de la EIA expresaron su opinión acerca de la creciente escasez de palo de rosa siamés, y manifestaron que estaban considerando sustituir el palo de rosa siamés con otra especie hongmu, palo de rosa de birmano.

La historia de palo de rosa siamés es un síntoma del problema más amplio de la tala ilegal y el papel que desempeña la delincuencia organizada en la deforestación. La Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito encontró que la tala ilegal genera ganancias anuales de 17 mil millones de dólares solamente en la región del Pacífico Asiático Oriental, por lo que es la segunda fuente más grande de ingresos para los sindicatos del crimen. A pesar de esto, los crímenes forestales pocas veces son tratados como delitos graves. Esto tiene que cambiar por el futuro de los bosques del mundo.

Por Julian Newman, director de campañas de la Agencia de Investigación Ambiental, una organización internacional no gubernamental con sede en Londres.